¿Tienes tus objetivos claros?
¿Por qué es tan importante fijar objetivos en el deporte?
Queremos compartir contigo un trabajo que nuestra Psicóloga, Laura Gares, ha desarrollado para ayudarnos a la hora de tomar consciencia de la importancia de fijar un objetivo claro a nivel deportivo, y comprometerse con ello. Esta lectura te llevará menos de 5 min, y estamos seguras de que te será enriquecedora a muchos niveles. Alcanzar objetivos deportivos no sólo influye en la mejora nuestro rendimiento como deportistas: tienen un impacto psicológico enorme. Ponerse objetivos adecuados no es tarea fácil. Dependerá del nivel que partimos, los conocimientos que tengamos, nuestras prioridades o las metodologías que conocemos. Y es posible que en ocasiones necesitemos que otros nos ayuden a guiarnos en el camino. Veamos algunos beneficios:
1. PERCEPCIÓN DE AUTO-EFICACIA: Alcanzar objetivos nos permite sentirnos responsables de nuestros resultados.
La percepción de autoeficacia según Bandura (1986) es la creencia en tus propias capacidades para afrontar con éxito las situaciones que se te presentan.
Como seres humanos necesitamos sentir que nuestra conducta tiene resultados favorables; es decir, que somos eficaces; algunos psicólogos consideran esto como unanecesidad psicológica.
Las personas que tienen unapercepción de auto-eficacia alta, se implicarán más en sus metas, resolverán con menos estrés los problemas y tendrán más facilidad para recuperarse de las dificultades.
Las personas con menor percepción de autoeficacia, evitarán situaciones más comprometidas y tenderán a ponerse bajos o nulos objetivos. Piensan en el fracaso en términos absolutistas: si fracaso en alcanzar una meta significará que yo soy un fracasado.
Por lo tanto, cuando conseguimos objetivos en el deporte, conectamos con nuestra propia percepción de responsabilidad y eficacia para alcanzar lo que nos propongamos.
2. AUTOESTIMA: Alcanzar objetivos incide directamente en nuestro autoestima percibido.
Sentir que aquello que conseguimos en el deporte depende en gran parte de nuestro esfuerzo, nos genera gran sensación de orgullo y reduce la sensación de ser voluble a las condiciones externas. Nos permite tener la sensación de tener la “sartén de la vida agarrada por el mango”. Esto repercute en lo que comúnmente conocemos como tener “autoestima alta”.
El autoestima es una consecuencia de lograr objetivos, no la causa necesaria para alcanzarlos.
Una “autoestima alta” tendrá gran influencia en los resultados que alcancemos.
El autoestima nunca es causa-efecto: depende de múltiples factores.
3. PERCEPCIÓN DE CONTROL: Mi conducta influye en los resultados que obtengo.
Cuando concebimos que lo que nos pasa en la vida depende casi al completo de factores externos,estamos renunciando al control sobre la propia vida.
Esto nos empuja a sentirnos ante la vida como críos en pañales: renunciamos a nuestra capacidad para controlar las variables de las que somos directamente responsables.
Cuando asumimos el control, empiezan los cambios. Si ejecutamos conductas de un modo autocrítico pero saludable, será más fácil identificar en qué fallamos y cómo podemos seguir mejorando.
Si en nuestros resultados deportivos echamos la culpa a los amigos, a la genética, a la sociedad… estamos diciendo que nuestros resultados dependen de factores que ni siquiera podemos controlar.
Asume el mando.
4. PERCEPCIÓN DEL ESFUERZO: Valorar de forma realista los objetivos.
En el deporte, la sensación de orgullo y autoestima que mencionaba anteriormente, no nace de la vanidad, nace directamente de la humildad del trabajo y sacrificio que hay detrás. Cuando uno se embarca en un objetivo y lo persigue con uñas y dientes, abraza cada caída porque le acerca aún más a su meta.
La cultura del esfuerzo conecta con grandes valores como el Respeto, La Paciencia o la Perseverancia.
En el deporte y en la vida, contactar con el esfuerzo también nos permite ajustar mejor los objetivos que nos ponemos, cuánto cuesta alcanzarlos, qué herramientas tenemos, cómo lo vamos a hacer o si necesitamos ayuda.
5. REFUERZO POSITIVO: Mi conducta me produce logros y ello me produce bienestar.
En los seres humanos, uno de los mecanismos más potentes para repetir conductas es el refuerzo positivo. El refuerzo positivo es la consecuencia agradable de una acción que hemos realizado. Absolutamente todas las conductas que repetimos tienen algún tipo de refuerzo, positivo o negativo. Lo que está claro es que: sentir refuerzo positivo genera bienestar.
Los refuerzos positivos en el deporte pueden ser muy variados; desde los externos como la aprobación social, los elogios o un trofeo, a los internos como el orgullo y la satisfacción de mejorar una habilidad.
Si verdaderamente queremos beneficiarnos a largo plazo de los beneficios del refuerzo positivo, sería conveniente ser conscientes de qué factores nos refuerzan exactamente a seguir en el camino.
Si supeditamos todos nuestros objetivos a reforzadores externos y superficiales que no dependen de nosotros, en la medida que estos desaparezcan, aparecerá la desmotivación y es más probable que abandonemos. Cuanto más conectemos nuestros objetivos con nuestros valores personales, más beneficios obtendremos y más difícil será abandonar. Mucho ánimo con este trabajo personal. Si quieres aportarnos algo a cerca de este contenido, será un placer leerte. Puedes contestar directamente a este correo :) ¡Un abrazo de todo el equipo!